La Universidad de Magallanes (UMAG) acaba de publicar el conjunto de datos de presencia «Records of Parochlus steinenii in the Maritime Antarctic and sub-Antarctic regions«, a cargo de la investigadora Melisa Gañan. A continuación un resumen de la investigación asociada.
La Antártida y las islas sub-antárticas permanencen libres de impactos antropogénicos como la sobrepoblación y la sobreexplotación de ecosistemas nativos, pero no se mantienen libres de otros procesos antropogénicos globales como lo es el cambio climático, evidenciándose ya el retiro de algunos glaciares y la reducción del hielo en los ecosistemas terrestres y dulceacuícolas. Los lagos, arroyos y hábitats terrestres que forman los ecosistemas terrestres antárticos son generalmente pequeños y aislados, poblados por pequeños invertebrados, líquenes y microorganismos que no se encuentran en ningún otro lugar. Concretamente, la fauna terrestre se compone únicamente de dos especies nativas de quironómidos, Belgica antarctica y Parochlus steinenii. A través de este estudio, nuestro objetivo es entender mejor como Parochlus steinenii, también conocida como mosca antártica alada, puede responder al cambio climático en la Antártida combinando e integrando modelos de nicho ecológico (ENM) con información fisiológica y ecológica de la especie. El ENM proveniente del modelo climático GDLF-ESM2M predice que el área de hábitat adecuado para P. steinenii aumentará para los escenarios RCP 4.5 y 8.5, establecidos por el IPCC, en un 4% y un 5%, respectivamente para el año 2100, ampliando su distribución en las áreas libres de hielo de las islas Shetland del Sur, oeste y este de la Península Antártica e incluso áreas costeras libres de hielo en partes de la Antártida continental. Esta distribución estará limitada por el límite térmico crítico (CTL), mínimo definido en -2°C para el estadio larvario, puesto que el CTL máximo es más amplio. Según la literatura, las predicciones generadas por modelos climáticos recientes señalan que los ecosistemas de agua dulce en la Península Antártica pueden verse fuertemente perturbados, esto afectaría la persistencia de P. steinenii en su distribución actual. En este contexto, P. steinenii puede ser tomado como un centinela eficaz del cambio climático en los ecosistemas terrestres y acuáticos antárticos, ya que las fluctuaciones en el medio térmico pueden afectar significativamente su distribución actual, lo que conduce a importantes cambios de ecosistema en las regiones antárticas en las que se encuentra.
Créditos fotográficos: Gonzalo Arriagada
Para acceder al conjunto de datos, consulta el recurso publicado en la web de GBIF.